Todos los seres humanos tenemos derechos: a vivir libremente, a expresarnos, a desarrollarnos como personas. Estos derechos están escritos en la Constitución Nacional, y el Estado debe velar para que se cumplan y sean respetados. Hay derechos que han sido acordados por muchos países, como la Declaración de los Derechos del Niño. Así como existen derechos que abarcan a todos, existen derechos específicos que defienden a los pueblos originarios, las mujeres y los niños. Existen derechos que nos hablan del cuidado de nuestro mundo y el medio ambiente. Algunas personas se han destacado en la lucha por los derechos humanos. Ellos dedicaron sus vidas a pelear contra la desigualdad, la discriminación y los prejuicios de la sociedad.
Los derechos en la historia
La difusión de los principios de la doctrina de los derechos del hombre tuvo gran impulso a partir de la Revolución Francesa, que se inició a mediados de 1789.
Hasta aquel momento era habitual que los integrantes de la sociedad no fuesen considerados iguales. Una minoría, que pertenecía a las clases más ricas y poderosas, tenía privilegios (por ejemplo, no pagaba impuestos y tenía preferencia para ocupar los cargos de gobierno), mientras que la mayoría de la población no gozaba de ningún derecho. Los integrantes de la sociedad no eran considerados ciudadanos (es decir, personas con derechos políticos), sino súbditos que debían obedecer al rey, que tenía un poder sin límites para gobernar.
La revolución de 1789 se inició para reclamar el reconocimiento de una serie de derechos para la mayoría del pueblo francés. Los revolucionarios se enfrentaron con el rey, Luis XIV, y reunieron una Asamblea Nacional, integrada por representantes de todos los habitantes de la nación.
El 4 de agosto de 1789, la Asamblea Nacional proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. En ella quedaron establecidos los principios fundamentales de la Revolución Francesa:
- La libertad individual,
- el fin de los privilegios, y
- la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos.
Ademas, la Declaración establecía una nueva idea sobre el origen de la autonomía política. El artículo 3 decía que la soberanía (es decir, el máximo poder político de un Estado) residía en el conjunto de los ciudadanos, y que ningún cuerpo político ni individuo podía ejercer autoridad sin su consentimiento expreso. De esa forma, la Declaración limitaba el poder del rey, que hasta entonces era absoluto.
"La libertad guiando al pueblo" es un cuadro pintado por Eugéne Delacroix
en 1830 y conservado en el Museo del Louvre (París).
Creación de la ONU
En 1945, mas de ciento cincuenta años después de la Revolución Francesa, y terminado el enfrentamiento más terrible de la historia de la humanidad: la segunda Guerra Mundial, 50 países reunidos en los Estados Unidos, crearon un organismo internacional para deliberar y buscar soluciones en conjunto a los problemas que enfrentaban, la Organización de las Naciones Unidas. Aún hoy, su principal tarea es la de resguardar los derechos humanos y trabajar por la paz mundial, asistir en conflictos y enviar ayuda humanitaria a cualquier lugar del mundo que pase por situaciones extremas, sufra desastres, etcétera. Actualmente, funciona en la ciudad de Washington, en los Estados Unidos, y Ban Ki-moon, representante de Corea del Sur, es su secretario general. Hoy son 193 países los miembros de la ONU y, desde el año 2007, todas las declaraciones deben ser emitidas en los seis idiomas oficiales: árabe, chino mandarín, español, francés, inglés y ruso.
La declaración Universal de los Derechos Humanos
A lo largo del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, en muy diversos lugares del mundo se produjeron numerosos movimientos revolucionarios y de protestas, destinados a lograr el reconocimiento de los derechos de las personas y los ciudadanos. A mediados del siglo XX, el mundo estaba sensibilizado por el trágico saldo de la Segunda Guerra Mundial: alrededor de 60 millones de muertos, la mayoría de ellos, civiles.
EN 1948, los representantes de cincuenta países se reunieron y firmaron la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En la actualidad, casi todos los Estados del mundo integran la ONU y forman la llamada comunidad internacional.
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó, en París, la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En su Preámbulo y sus 30 artículos reconoce una serie de derechos a los que considera "iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana".
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es fundamental para asegurar la vida pacífica y digna de todos los habitantes del mundo. Por esta razón, los países miembros de la ONU pueden actuar mediante acciones diplomáticas y sanciones a los países que están violando estos derechos. En algunos casos extremos, los países de la ONU han formado destacamentos de tropas internacionales llamadas "cascos azules".
SITIOS DE INTERÉS:
Los derechos humanos son afirmaciones sobre diversos aspectos de las personas y de las acciones que ellas necesitan y pueden realizar. Su reconocimiento, como derechos de todos los integrantes de la sociedad, fue avanzando lentamente, en una serie de etapas o generaciones. Estas son:
Primera generación: los derechos civiles. se refieren a la libertad de acción de las personas como individuos, siempre que respeten los derechos de los otros. Por ejemplo, el derecho a la vida y a la integridad física, el derecho a la libertad de conciencia y a la libre expresión, el derecho al libre tránsito.
Segunda generación: los derechos políticos. Garantizan la participación, directa o indirecta (por medio de representantes), de las personas en el gobierno del país en el que viven. Por ejemplo, los derechos a la libre asociación, a la participación política, a elegir a las autoridades y a ser elegido para ocupar cargos en el gobierno.
Tercera generación: los derechos económicos, sociales y culturales. Procuran garantizar el desarrollo de una vida digna, con el acceso a ciertos bienes y servicios, que deben ser asegurados por medio de las leyes. Por ejemplo, los derechos a un trabajo digno, a la educación, a la vivienda y a la salud, entre otros.
Cuarta generación: los derechos de los pueblos. En las últimas décadas del siglo XX y en los primeros años del siglo XXI, gran parte de la comunidad internacional afirma la necesidad de reconocer un conjunto de nuevos derechos que tienen algunas características diferentes de los de las generaciones anteriores. No se trata de derechos de las personas como individuos, sino como integrantes de la sociedad y de la humanidad en su conjunto. Entre estos nuevos derechos se destacan: a la paz, a vivir en un ambiente sano, al respeto a la cultura de cada comunidad.
Los derechos humanos son:
UNIVERSALES: es decir, se aplican a todas las personas sin importar las leyes de cada país.
IRRENUNCIABLES: estos derechos nos definen como humanidad y ninguno de nosotros como seres humanos podemos renunciar a ellos.
OBLIGATORIOS: son responsabilidad del Estado, en primera instancia, y, luego, de toda sociedad.
INDIVISIBLES E INTERDEPENDIENTES: no se puede decir que uno de ellos sea más importante que otro y no se puede garantizar uno solo de ellos sin garantizar todos.
INVIOLABLES: esto significa que ningún Estado puede dictar normas que los violen o no los obedezcan.
INNEGOCIABLES: es decir que no se puede negociar con ellos.
Movimientos por la paz
La segunda Guerra Mundial, la explosión de la bomba atómica, los numerosos conflictos armados que marcaron la mitad del siglo XX impusieron la necesidad de la lucha por la paz.
La oposición popular a la guerra de Vietnam fue un símbolo de los movimientos pacifistas. La valerosa resistencia que el pequeño país del sudeste asiático mantuvo, enfrentando a la mayor potencia de la época, llevó a millones de personas a protestar contra esta guerra.
En la actualidad, la defensa de la paz y de los derechos de todas las personas a vivir en ella tiene absoluta vigencia.
Derecho a la tierra
Uno de los derechos humanos más reclamados por los pueblos originarios es el derecho a la tierra. Durante miles de años, ellos ocuparon territorios que luego de la conquista han ido disminuyendo dramáticamente.
La Constitución Argentina reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios. Es decir, respeta el derecho de los pueblos originarios a mantener las tradiciones de su cultura y de poseer la tierra que desde siempre han ocupado. El problema es que, en general, las etnias indígenas viven en condiciones de pobreza y no poseen la titularidad de las tierras que habitan, que son ambicionadas por empresas sojeras en el norte, y turísticas, en el sur del país.
Las comunidades indígenas en nuestro país son pequeñas. En el censo de 2010, se encontraron 368.893 hogares que se reconocen pertenecientes a pueblos originarios. La mayor cantidad de familias descendientes se concentran en la provincia de Buenos Aires, luego en Salta, Córdoba y Jujuy. En esos territorios son escasas las tierras en manos de esas familias o comunidades.
Inciso 17 de la Constitución Nacional
17. Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería Jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.
Bandera del Consejo de Todas las Tierras o Aukiñ Wallmapu Ngulam
PÁGINAS DE INTERÉS:
Los derechos de la mujer
A lo largo de la historia, las mujeres han sufrido grandes injusticias. Durante la Edad Media, eran cazadas cuando se las creía brujas; por esa razón, miles de mujeres murieron en hogueras. Durante cientos de años no tuvieron derechos civiles. En algunos lugares ni siquiera podían salir a la calle sin compañía.
Durante la Revolución Francesa, en 1791, Olympe de Gouges redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. Años más tarde, Flora Tristán, una mujer francesa que se radicó en Perú, formuló las ideas que unían los derechos de la ciudadana con los derechos de las mujeres trabajadoras. Uno de sus escritos más importantes, publicado en 1845, es La emancipación de la mujer.
A fines del siglo XIX, Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo, dos mujeres alemanas, continúan la lucha por los derechos de las mujeres e impulsaron el movimiento femenino en Alemania. En 1910, en el segundo congreso de Mujeres Socialistas, se decidió conmemorar el Día Internacional de la Mujer cada 8 de marzo. Un año después, se produjo un hecho que cambiaría para siempre la legislación laboral en los Estados Unidos y luego en el mundo. Más de un centenar de mujeres mueren en un incendio en una fábrica de camisas de Nueva York.
En la Argentina, una de las mujeres más destacadas fue Alicia Moreau. Alicia nació en 1885 y murió en 1996, vivió más de cien años y toda su vida luchó por los derechos de las mujeres. En 1926 logró la sanción de la Ley de Derechos Civiles de la Mujer. Sin embargo, las mujeres recién pudieron votar para elegir presidente en 1949, luego de la reforma constitucional de 1947, que fue apoyada por la primera dama Eva Duarte, esposa del presidente Perón.
Actualmente, la Argentina adhiere a la mayoría de las declaraciones de los organismos internacionales sobre los derechos de las mujeres. Sin embargo, aun hoy las mujeres ganan un 30% menos que los hombres, ocupan menos cargos públicos y sufren violencia de género en sus hogares.
Flora Tristán (París, 7 de abril de 1803 - Burdeos, 14 de noviembre de 1844).
Pensadora Feminista Francesa.
En las elecciones de 1930 muchas mujeres ya participaban de la vida política.
Los derechos de los niños, niñas y adolescentes
Los derechos de los niños, niñas y adolescentes son fundamentales para la vida de una sociedad. Son ellos los que representan nuestro futuro y quienes deben ser protegidos. Entendiendo su importancia, los países miembros de la ONU crearon, en el año 1946, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, más conocido como Unicef. Desde su fundación, este organismo ha proporcionado comida y bebida, ropa y asistencia médica a los niños del mundo que atravesaban graves crisis, a causa de guerras, catástrofes climáticas o problemáticas sociales.
En el año 1989 se aprobó la Convención de los Derechos del Niño, que establecía específicamente los derechos que protegen a la niñez. A este tratado adhirieron 192 países, ratificando su aplicación. Hay algunos países, como los Estados Unidos, que firmaron la declaración, pero no la ratificaron, es decir, que no la pusieron en práctica. En la Argentina, la reforma de la Constitución de 1994 incorporó la Convención de los Derechos del Niño, en su artículo 75, inciso 22.
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Por su parte, la ciudad de Buenos Aires ha sancionado la ley 114 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. En ella, además de establecer los derechos de los niños, de acuerdo con la Convención, la Ley 114 crea el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, un organismo destinado a velar por el cumplimiento de estos derechos. Para ello, realiza campañas de difusión, elabora programas de protección a la infancia y articula estas políticas para implementarlas en las distintas áreas de la ciudad. También se encuentra habilitada la línea de los chicos con el número 102. Esta línea es gratuita, funciona las 24 horas durante todo el año, y permite consultar, informarse y orientarse sobre los derechos de los niños y denunciar los casos en caso en que estos no sean respetados.
Uno de los dramas más comunes que viven los niños de más bajos recursos es el de tener que trabajar. Las leyes argentinas prohíben el trabajo infantil. Está prohibido el trabajo de las personas menores de 16 años en todas sus formas. Se estima que hay 1.500.000 niños que trabajan en la Argentina. En el mundo son 215 millones de niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 14 años.