6to grado

lunes, 2 de abril de 2018

Problemáticas Ambientales

Cuando se producen desequilibrios en la relación entre la sociedad y la naturaleza, estamos en presencia de problemas ambientales. Si esto genera un fuerte impacto en la sociedad, se los considera catástrofes. 

La sociedad y la naturaleza están en permanente relación: la sociedad modifica la naturaleza para satisfacer sus necesidades, y las características naturales influyen en la forma en la que la sociedad puede desarrollarse.
En algunos casos, puede haber un desequilibrio entre los procesos sociales y naturales. Entonces, se dice que la relación sociedad-naturaleza se vuelve conflictiva. Cuando esto sucede, hay un problema ambiental. Por ejemplo, cuando se extraen demasiados recursos en un corto período y no se deja pasar el tiempo necesario para que se recupere, o cuando la erupción de un volcán produce daños en los poblados cercanos. 

De acuerdo a la extensión territorial, los problemas ambientales, pueden clasificarse de la siguiente manera:

Globales: Se encuentran en todo el planeta. Es el caso de la contaminación del aire, que altera la composición química de la atmósfera a la altura de la capa de ozono. 

Regionales: Afectan porciones de territorio extensas, pero que no están presentes en todo el planeta; por ejemplo, sectores de algún país o zonas compartidas por varios países cercanos. La deforestación intensa de la selva amazónica, abarca una gran superficie y afecta a varios pobladores y especies. 

Locales: Afecta una porción de territorio reducida, como una provincia, una ciudad o un espacio rural en particular. Es el caso del deterioro de suelos a causa del sobrepastoreo o de la práctica del monocultivo. 


Las catástrofes

Cuando un evento (de origen natural o social) tiene consecuencias devastadoras para alguna sociedad, y genera graves pérdidas, materiales, económicas y de vidas humanas, estamos en presencia de un tipo de problema ambiental particular, las catástrofes. De acuerdo con las causas que originan estos eventos, se pueden distinguir dos tipos de catástrofes: las naturales y las antrópicas o humanas. 
Las catástrofes naturales se deben a fenómenos que ocurren normalmente en la naturaleza. Estos fenómenos pueden ser geológicos (provocados por movimientos de la Tierra), como los terremotos, las erupciones volcánicas y las avalanchas; o climáticos (debido a cambios en la dinámica de la atmósfera), como los tornados, los huracanes, las inundaciones extremas y las sequías.   
En cambio, las catástrofes antrópicas se deben a fallas en el uso de tecnologías desarrolladas por el hombre, como un accidente nuclear o un derrame de petróleo. 

De todos modos, incluso si una catástrofe se origina por eventos naturales, la forma en la que la sociedad interactúa con la naturaleza muchas veces acentúa o complica sus efectos. Por ejemplo, las inundaciones se producen por las crecidas periódicas de los ríos, pero sus efectos se vuelven catastróficos porque la sociedad se asienta cerca de los ríos o porque tala vegetación ribereña que tendría la capacidad de absorber los excedentes de agua.  

Además, es importante saber que no todo fenómeno natural se convierte en una catástrofe; solo lo son aquellos que afectan seriamente a la población. Por ejemplo, todo el tiempo se producen sismos pequeños en el medio de los océanos, que no llegan a afectar a la población, por lo que esos eventos no son catastróficos sino simples fenómenos naturales
Las consecuencias de las catástrofes son de dos tipos: sociales y económicas. Entre las primeras, se pueden mencionar las pérdidas humanas, la destrucción de sitios de interés cultural y la necesidad de migrar a otros lugares. Entre las últimas, se encuentran los daños en viviendas, vehículos, puentes y túneles, cultivos o industrias.


Las catástrofes y el impacto en la sociedad

Los problemas ambientales y, en particular; las catástrofes pueden afectar duramente a la sociedad que vive en esos ambientes. Sin embargo, no afectan a todos por igual. 

El riesgo como una construcción social

No todos los ambientes corren el mismo riesgo de padecer una catástrofe. Esto depende de las características naturales de ese ambiente (por ejemplo, si es una zona de montaña propensa a sufrir derrumbes) y de la población que reside allí ( su calidad de vida, el nivel de preparación para actuar ante una emergencia, etc). 
El riesgo se construye a través del tiempo de diferentes maneras en cada sociedad. Para entenderlo, necesitamos analizar la peligrosidad, la exposición, la vulnerabilidad y la incertidumbre.

Incertidumbre: Es el grado de desconocimiento científico sobre el fenómeno. Por ejemplo, cada cuánto tiempo se produce, qué lugares resultarán afectados en el próximo evento, etc. Esto impide anticiparse a acontecimientos futuros. 
Exposición: Alude a la distribución y la ubicación de la población en el espacio. Por ejemplo, si la población vive cerca de un volcán activo o en zonas inundables, está más expuesta a eventos extremos. 
Vulnerabilidad: Se refiere al estado de en el que se encontraba la población, las instituciones y la infraestructura antes del evento. Considera varios aspectos socioeconómicos (poder adquisitivo, nivel educativo, acceso a servicios básicos), que influyen en cómo la sociedad responde y en el tiempo que tarda en reponerse. 
Peligrosidad: Son los aspectos físicos o naturales del evento que lo vuelven potencialmente catastrófico. Por ejemplo, la cantidad de lava, cenizas y gases que expulsa un volcán, la distancia que pueden recorrer esas sustancias, cuán tóxicas son, etc. 



Reducir la vulnerabilidad

Para reducir la vulnerabilidad de la población, se puede tomar una gran cantidad de medidas. Todos los planes que se impulsen necesitan considerar las características socioeconómicas de la población, así como también sus necesidades y sus valores culturales.
Una medida habitual es la implementación de planes de educación ambiental, ya que prepara a la población y le enseña cómo debe actuar en caso de que se produzca un evento problemático. Por ejemplo, se realizan simulacros, se difunden planes de evacuación, se dan cursos de primeros auxilios, etc. 
En muchos casos, también se desarrollan obras de infraestructura preparadas para resistir la intensidad de sismos. Para ello se construyen edificios antisísmicos en áreas donde los terremotos son frecuentes, muros de contención en zonas de deslizamientos o avalanchas, o viviendas elevadas en zonas inundables. 
Ademas, se suelen efectuar reconstrucciones de la infraestructura que se encuentra averiada o en mal estado, para evitar que los efectos de la catástrofe sean peores. Por ejemplo, se refuerzan las tuberías subterráneas para que las personas no se queden sin agua potable, se arreglan los suministros de gas para evitar posibles explosiones y se reparan las redes de tendido eléctrico para que la población no se quede sin electricidad. 


El edificio Torre Latinoamericana, en la ciudad de México, tiene amortiguadores antisísmicos. 

Capacitación en primeros auxilios







Los principales problemas ambientales de América Latina




Estudio de caso: El huracán Matthew



Mapa que muestra la posible trayectoria del huracán hacia Estados Unidos:

Mapa interactivo que muestra las trayectorias estimada y la real del huracán en Estados Unidos:
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